sábado, 23 de enero de 2016

Ciudad y conexiones humanas.

Como es habitual en nuestra Ciudad, todos los días se respira un aire de premura, las personas que habitamos en ella tenemos cierto nivel de urgencia por el trabajo, en ese instante todos nos enfocamos en realizar nuestras actividades laborales y librarnos de eso que nos presiona de la mejor manera. En repetidas ocasiones cuando me dispongo a ir a la oficina, es inevitable no mirar cientos de rostros, algunos conocidos, pues se trata de personas que llevan casi el mismo horario que uno. Al mirar esas caras también veo un montón de mundos en ellas y hasta he llegado a preguntarme. ¿En qué pensaran cada uno?. 

El mundo de ideas que se mezclan todos los días en un vagón del tren, en el bus o en cualquier espacio, es inmenso y aunque no hay manera de saber en que pensamos cada uno de nosotros hay algo que si podemos hacer, imaginar o interpretar. Si bien es cierto, podemos voltear a varios lados y ver gente en sintonía con otra o consigo misma, con sus propias ideas y pensamientos, lo curioso es que, aunque suene ridículo todos estamos interconectados, formamos parte de una red telepática aun sin saberlo, pues al estar concentrados en un lugar nuestras ideas fluyen y se acumulan en una nube invisible donde nuestras más intimas memorias se saludan y hacen clic. 

Es posible imaginar cuantas cosas similares traemos en la mente en tan solo un minuto y en un espacio, muchos temas, la nube suena como un gran murmullo que dice; trabajo, sexo, amigos, hoy, mañana, planes, amor, etc. Eso sin mencionar lo que pensamos cada uno al mirar a otras personas, por ejemplo; Él/Ella me gusta. Que tip@ tan raro. ¿En qué estará pensando?. Me gusta su estilo, etc.
Realmente aunque no es posible mantener un contacto directo con todas las personas que vemos y que nos agradan o desagradan, si existe una conexión en esa nube sobre nuestras cabezas pues cada mirada que echamos o que nos echan es una frase directa al cúmulo imaginario que nos conecta sin hablarnos.

En el lapso de la conexión telepática podemos llegar a fantasear con la gente que miramos, según nuestra imaginación, ir desde el sentido más serio, es decir una relación laboral, pasar por un sentido menos formal, una amistad o bien destapar nuestro lado más perverso, una fantasía sexual. Es completamente normal que esto suceda pues nosotros no somos indiferentes a los ojos del mundo. Quiero dejar claro lo que he venido mencionando. Existen dos tipos de interconexiones.

1.La de los temas en común, lo que hace match en la nube y nos vuelve viejos conocidos de las mismas guerras, nos parecemos.

2.La de los pensamientos y las miradas, lo que pensamos el uno de todos y el todos de uno.

Como queramos verlo todos nos conectamos de una u otra forma, en gustos y apariencias no podremos ser muy afines con el mundo que nos rodea, pero arriba en la nube todos hacemos clic. Tenemos colores y estos se unen. Vivimos materialmente separados pero en el mundo de las ideas nos encontramos todos.  Así que si un día ves a alguien que en nada se parezca a ti en cuanto a gustos o apariencia, no te preocupes no estas tan distante de esa persona, arriba hacen match.

CrCe.








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